miércoles, 26 de mayo de 2010

Aerosmith y su gran presentación en nuestro pais


Son las 21.15 horas y un telón negro con el logo de Aerosmith cae sobre el escenario. La gente grita esperando la salida del grupo y otros se apretujan en la cancha general con una ecléctica selección de fondo, que va sin problemas desde 50 Cent hasta Bob Dylan. Cinco minutos después, la música ambiental se corta en la mitad con Love in a elevator, el primero de una cadena de hits que Aerosmith revivió en su segunda visita a Chile, tras su debut en 1994.

El frío se puede ver en el vapor que sale de las bocas de un público que canta y levanta las manos. La aprobación general contagia hasta a una efectiva de Carabineros que graba con su celular el show desde el sector de Cancha Vip, mientras Steven Tyler despliega todos sus trucos sobre el escenario montado a un lado del palco presidencial de la elipse del Parque O'Higgins. De sombrero, anteojos oscuros, guantes, pañuelo al cuello y una larga capa morada, el carismático cantante se tira al suelo, se sube la polera y baila desatado en su propio show proyectado a tres pantallas gigantes.

Un momento particularmente emotivo vino durante la interpretación de Cryin', quizás una de las canciones más esperadas y coreadas de la noche, y que Tyler decidió dedicar casi íntegramente a un fanático con discapacidad que miraba el concierto en una silla de ruedas al costado del escenario. El vocalista se acercó a él para cantar a dúo y al terminar remató tiernamente con un "eres precioso, chico, eres precioso", desatando el aplauso del público que agradeció la generosidad del músico.

Cuesta imaginar que el lugar donde 25 mil personas celebran un masivo concierto de rock es el mismo donde anualmente desfilan las Fuerzas Armadas en la Parada Militar. Dos graderías mecano a los costados y una cancha dividida en dos fue la estructura diseñada para un lugar no acostumbrado a recibir espectáculos masivos y que anoche dejó atrás los problemas de seguridad que presentó en 2005 ese lugar, en un show del mexicano Marco Antonio Solís.

Porque exceptuando el temprano colapso del área de estacionamientos, esta vez la elipse del Parque O'Higgins no registró mayores problemas, según el reporte de Carabineros hacia el final del show, que hablaba de 40 atendidos en los tres puntos de atención médica -ninguno de consideración- y que Steven Tyler quiso registrar para un uso futuro de la banda. Durante la tarde de ayer, el cantante solicitó a la producción contratar a un camarógrafo para grabar desde el traslado del grupo al Parque O'Higgins hasta el último minuto del show que se extendió por dos horas, respondiendo con propiedad al cartel de "grandes éxitos".

En la previa del recital, la banda descansó en el hotel Hyatt mientras una decena de fans esperaba sin éxito ver a sus ídolos. Antes de partir al Parque O'Higgins junto a sus compañeros, Steven Tyler encargó a la producción una chupalla y pulseras de cuero, mientras otros de los integrantes del conjunto iniciado en Boston se fueron de compras por algunos malls de la ciudad.

Los accesos del recinto permitieron el ingreso del público a partir de las 18 horas. Unas tres mil personas fueron las primeras en entrar al perímetro habilitado para el concierto, al mismo tiempo en que el grupo recibía en sus camarines habilitados en el Movistar Arena a miembros de la fundación Make a Wish.

Fuente: www.latercera.com

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